La sinceridad es una virtud que a primera vista parece una ventaja enormemente positiva para aquellas personas que la poseen y la ejecutan de forma frecuente y constante en sus vidas. Al mismo tiempo, suena para el oído promedio como una habilidad fácil de obtener, ya que, en teoría, ser sincero y honesto no toma ningún tipo de nivel o habilidad. Este es el pensamiento general de las personas hasta que se encuentran en una posición o situación que les lleva a darse cuenta de que, en realidad, ser sincero no es tan fácil como pensaban originalmente, puesto que la verdad trae con ella una cantidad elevada de elementos que, en específicas situaciones, no se es beneficioso revelar. En este mismo momento, es cuando una persona sacrifica su integridad y valores personales a la mentira.

 

    La mentira es un recurso usado de manera frecuente por las personas que quieren manipular el estado real de los hechos, de la verdad. Ejecutar la mentira tiene un gran peso moral negativo en la persona que lo está haciendo, aunque muchas de estas son capaces de soportar el inminente sentimiento de culpa que reciben tras hacer estas acciones y mentir a las personas para su beneficio. Siendo una herramienta utilizada de forma frecuente, es posible pensar que, de hecho, vale la pena mentir porque si tantas personas lo hacen, tiene que tener un lado positivo, cuando la realidad es, que a todas y cada una de las personas que mienten, no les vale la pena haberlo hecho a largo plazo, ya que sucede una de dos opciones, o la verdad sale a la luz y se descubre su mentira, o el infinito sentimiento de culpa que nunca se va, los consume y les brinda miseria.

   Entonces, en el más ideal de los casos, se busca obtener la verdad. Para conseguirlo, el tarot es el mejor camino que tomar. Sucede de esta manera porque al tarot y a las energías que lee no se le puede mentir, y es capaz de analizar más allá de cualquier mentira superficial o profunda. Una mentira es un intento de cubrir o esconder los hechos reales, pero el tarot tiene la capacidad de acceder y sentir al aura de cada persona y de cada acción que realizan, entonces aún habiendo mentido, se puede comprobar con precisión la autenticidad de su historia.